miércoles, 10 de febrero de 2021

Cortometrajes en salas de cine - gestión kafkiana

 

He escrito varios posts sobre la importancia de dar al cortometraje la relevancia que adquiere una forma de hacer cine de corta duración. Una equiparación al de los propios largometrajes porque su calidad así lo atestigua y justifica. Y la importancia de poder ver los cortometrajes en salas de cine que es para lo que los directores lo hacen (aunque la mayoría de ellos es imposible verlos más allá de una pequeña pantalla de móvil, un ordenador o bien en las sesiones de festivales dedicados a cortos).

Hablemos y reivindiquemos a los cortometrajes en salas comerciales donde el público pueda pagar una entrada por ver un cortometraje en pantalla grande (Pedro Almodóvar lo ha he hecho hace unos meses con La vida humana (2020)) o bien una sesión compuesta de 4 ó 5 cortometrajes, dentro de la programación de cartelera del cine, con una duración similar en conjunto a un largometraje (unos 90 minutos). Es una idea fantástica que hay que empezar a introducir en el ámbito de la industria cinematográfica.

El gran escollo con el que se topa ahora el getor cultural que quiere organizar y comisariar una sesión de cortos es que tiene que buscarlos en un mar de problemas, gestiones, plataformas y personas intermediarias, que trato de explicar aquí brevemente:

  • ¿Dónde pido los cortomatrajes? Cada uno en un sitio. En muchas casos tienes que hablar con el director, que a su vez te pasa con el productor, quien tras una negociación privada de precios para ese cortometraje en particular, te pasa con su equipo de producción para obtener la copia. Todo ello cuando va fluido porque la mayor parte de las veces en el paso de uno a oto ya no recibes contestación o tienes que "perseguir" a todo el mundo de la cadena. En otros casos, te reencaminan a una empresa distribuidora que como sólo está pensada para distribución en festivales (y en en este caso es para una sesión comercial en sala) tiene que volver a hablar con el productor para renogociar sus competencias.
  • ¿Cómo se negocian los precios? Cada productor del cortometraje tiene una idea. Unos lo ceden gratuitamente porque están contentos de que su corto se vea en cine, otros piden un porcentaje de la taquilla que se genere (sin darse cuenta que la sesión no está creda sólo con su corto sino con otros 4 más), otros directamente piden un fee fijo (a veces totalmente abusivo) y otros directamente no te lo quieren ceder porque tienen miedo de que al ser sesión comercial no le permitan particpar en festivales (miedo injustificado y que va en contra de la propia exhibición)
  • ¿Dónde están los cortometrajes? Una vez que se tiene los permisos, los derechos y la negociación de precios de cada uno de los cortometrajes, cada cual te los envía de una manera diferente (unos en formato .MOV porque no tiene DCP y hay que convertirlo), otros en DCP que hay que bajarse con diversas plataforma (DRIVE fichero a fichero, o MEGA, ó FILEMAIL, ó....) Adenás, cada uno llega en un día diferente con lo cual obtener las copias de la sesión es una labor que sólo termina el día que te llega la última.

 Imaginaos que todo esto hay que hacerlo para cada uno de los cortometrajes (con su ideosincrasia y metolodología particular). Gestonar una sesión de sólo 5 cortos supone casi un mes de trámites y hacer un trabajo quintuplicado y en muchos casos obligarte a tener cortometrajes en reserva por si se cae alguno (con lo cual el trabajo es sextuplicado o septuplicado).

Tenemos el reto, ente todos, de buscar cauces y metolodogías más flexibles y sencillas dentro de la industria cinematográfica y del ámbito del cortometraje para poder realizar sesiones de cortos en salas de cine comerciales de manera que se pueda tener al menos una a la semana dentro de la cartelera de cada cine. En ello estamos y seguimos caminando por conseguirlo.