miércoles, 28 de agosto de 2013

Qué entendemos por cultura

(Foto: @la rebolica cultural)

Pongamos un poco de reflexión. En estos tiempos de mercadotecnia, de búsqueda de la utilidad y de prisas, la labor de un gestor cultural también proviene de una reflexión necesaria sobre el propio hecho cultural y sobre qué se entiende por cultura. Como bien dice Antonio Rodríguez de las Heras dejamos poco tiempo para la reflexión y la quietud en general, en este tiempo loco que confunde la actividad con la agitación. Me gustaron mucho los planteamientos que Juan Barja (director del CBA - Madrid) y Enrique Villalba (director del MGC C3M) hicieron en el curso de verano de Gestión Cultural - Escuela de las Artes 2013 sobre el tema de la cultura y su necesaria reflexión. 

Y es que... ¿qué entendemos por cultura?

La respuesta, no es tal. Sólo llegamos a plantear dudas y encrucijadas.

  • Cultura ¿tiene que ver con  la llamada "alta cultura" (museos de grandes obras, óperas, arquitectura,..) o con lo más básico (folclore, tradiciones, ocio,...? 
  • Para mí, la gran disyuntiva, que a veces se complementa y otras se contrapone es: ¿Cultura es ocio, entretemiento ó cultura es formación, educación? (El ministro Wert, por ejemplo, apostaba por lo primero y eso que tenía la cartera de Educación)
  • Cultura ¿es sólo lo de ahora en busca de lo mal llamado contemporáneo o bien se refiere al bagaje anterior que nos ha llevado hasta aquí? Por cierto, a veces se considera algo "nuevo" por desconocimiento de que ya fue una vez en etapas anteriores. Estamos cayendo en una "ignorancia histórica" preocupante, pero ese es otro tema
  • La cultura es profesional (de profesión, de oficio) ó también puede ser amateur (de vocación, de hobby)?
  • ¿Confundimos los conceptos "cultura" con "industria cultural" con "cultura de ..." con "eventos culturales" ?
Creo que el mal endémico que nos provoca muchos disgustos y sin sentidos a los que nos vamos acercando a la gestión cultural, es que la cultura no es un "objeto" ni "algo que se come" ni siquiera "algo físico", por eso a veces es complicado poner precio a la cultura o hacer entender a la gente la diferencia ó similitud entre los 3 euros de un bocadillo de chorizo frente a los 3 euros de una entrada de teatro. La cultura en sí misma es un bien intangible, que no se consume, pero que se absorbe. Es algo que alimenta el interior intelectual ("no sólo de pan vive el hombre") que nos define como expresión humana (arte, folclore, patrimonio,...) y que necesita de medios y de procesos para llevar a cabo la transmisión desde el artista/obra al espectador/público. La cultura ¿es necesaria? Ese es el meollo de la gestión cultural y ahí radica la importancia de separar y asimilar convenientemente el concepto.

4 comentarios:

  1. La primera acepción del término en el DRAE nos da la clave -o una de las claves- de tu pregunta: "cultura" deriva del latín y su significado es "cultivo", crianza".
    Para mí, cultura es todo lo que nos ayuda a crecer como seres humanos, potenciando tanto el juicio crítico como la capacidad de sentir.

    Y en ese campo de cultivo entra desde la poesía mística al porno; desde la contemplación de una puesta de sol o un cruce de miradas hasta la más exquisita sinfonía; desde escuchar la sabiduría de un anciano o los sonidos de la noche a la retrospectiva del pintor más venerado por la crítica; desde asombrarse por el significado u origen de una nueva palabra descubierta a atreverse a decir en voz alta que esa "instalación" tan de vanguardia es un camelo.

    Otro aspecto de la cuestión es la cultura como industria, como modo de producción y consumo, como muy bien entendieron ya los situacionistas en las años 60, y la eterna lucha entre la cultura de la alienación -la cultura de masas- y la cultura crítica.

    Hoy en día, la "expresión cultural" se reduce cada vez más a la película de estreno en un multicine o la Gran vía, el bestseller de moda, conocer el último grito en gintonics y haberse descargado -por supuesto, de forma ilegal- la última serie o el disco del momento.

    Y en este modo de consumo cultural entran solo algunas de las llamadas "Bellas Artes" -unas más que otras, claro-, esencialmente música, teatro, literatura y cine -mucho menos, pintura, danza, escultura, arquitectura...-, las "artes menores", fundamentalmente gastronomía y moda, y, por supuesto, el deporte. Todo lo demás, casi no cuenta.

    Prueba a salirte de ahí y verás lo que es bueno (experimento: coge la lista de Premios Nobel de Literatura -especialmente los poetas- e intenta encontrar sus obras en los estantes de la Fnac o La Casa del Libro).

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  2. Concepción García Herrera29 de agosto de 2013, 5:13

    Me parecen muy acertadas tus reflexiones, José Luis. Yo solo puedo añadir que tras visitar un museo, escuchar un concierto, una obra de teatro, una buena conferencia... Me siento siento pletórica, llena de energía. La cultura nos alimenta el espíritu, el alma.

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    1. Esa es la idea, Concha. La cultura nos alimenta por dentro de una manera especial. Como bien dice José Manuel en el comentario anterior "nos ayuda a crecer como seres humanos, potenciando tanto el juicio crítico como la capacidad de sentir"

      Muchas gracias por tu comentario.

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