Las 6P de Engage, by Brian Solis (Esquema: Pepe Zapata)
Si hace un tiempo hablaba en este mismo blog de la importancia de salir de las 4F's para certificar el éxito de un evento, en esta ocasión me gustaría hacer una mención a la clasificación de los públicos en función de la vinculación y del interés que despierta en la asistencia al evento de la índole que sea.
Podemos distinguir, por tanto, entre:
- Rehenes: aquellos que van al espectáculo porque son obligados y no les cabe otro remedio. Entre ellos están los niños que van con sus padres, el chico/a que va con su pareja porque le interesa a el/ella, los mayores que por imposibilidad de movimiento ó voluntad se ven obligados a asistir, etc
- Zombies: son los más insulsos. Van a los eventos porque es tradición, porque siempre se ha hecho, porque es gratis, porque no hay otra cosa, porque va todo el mundo, etcétera, pero no perciben ningún valor ni estímulo en lo que ven, no sienten nada, y están igual animicamente después que antes de haber ido. El evento/espectáculo no ha supuesto nada en su quehacer existencial.
- Mercenarios: son parecidos a los zombies, con un mayor interés por el evento, pero también llevados por la inercia social o económica. De hecho, si encuentran alguna otra actividad que les interese más o algún otro tipo de resistencia (hace mal tiempo, llueve, tienen que desplazarse, hay que pagar algo más de lo que tenían pensado,...) puede hacer que dejen de ir al evento.
- Promotores: son los que les gusta el espectáculo, sienten que mejora o alegra su existencia, lo defienden y tratan de divulgar esa experiencia a los demás para que también la sientan. Este tipo de público es el que hace crecer el espectáculo, es una recarga de energía para los organizadores y es al que hay que premiar y agradecer.
Resumen de tipos de público (Esquema: Pepe Zapata)
¿Dónde radica la diferencia y el punto de inflexión?
La respuesta es clave: en la primera experiencia ante el espectáculo. Es la que hay que cuidar muchísimo porque es lo que hace que se pueda volver y que se pueda pasar de mercenarios ó zombies a promotores. El acompañamiento, buen trato, calidad y pasión que se desprenda de la primera vez va a hacer posible que una persona siga confiando en el evento y sea prescriptor del mismo o, por el contrario, no vuelva a venir, incluso haga mala publicidad.
Por otro lado, algo que también recalca mucho Pepe Zapata, es la importancia no sólo de conseguir público nuevo (como hacen las operadoras de telefonía), personas que acudan por primera vez a un espectáculo, sino de mantener y cuidar al público que repite y al que es fiel. Requiere mucho más esfuerzo y tesón el hacer volver a alguien fiel que se haya ido por tener una mala experiencia, que obtener público nuevo. Así mismo, conviene detectar quién es el no-público, aquel público que ya se sabe que nunca va a venir por motivos varios. No es cuestión de dedicar esfuerzos en algo que no tiene sentido y sí aprovecharlo en ese público que viene esporádicamente, para que tenga una grata experiencia, genere una regularidad y llegue a crear una comunidad vinculante con el propio espectáculo.
Creando comunidades (Esquema: Pepe Zapata)