A parte de la rehabilitación del espacio, ahora toca la preparación del escenario (espacio escénico) para el proyecto de teatro de Maribel y la extraña familia, que con el bajo presupuesto, el equipo de producción sigue siendo compuesto de los actores y algunos voluntarios (familiares). Se han puesto conglomerados para simular las paredes, se ha revestido de papel pintado y el suelo se ha cubierto de moqueta roja.
Por otro lado, nos encontramos con el problema de la sonorización del local. A pesar de que se van a poner algunos micrófonos de ambiente, la nave del granero es demasiado alta, con paredes lisas y se produce reverberación. Para solucionarlo se ha optado por colgar unas telas (aprovechadas de otro evento medieval) que junto con la presencia del público en la parte de abajo ayude a reducir la reverberación acústica.
Colocación de los banderines (por Miguel, que también tiene papel en la obra)
Colocolación de telas para paliar la reverberación
Estéticamente esta medida no nos gusta a nadie, porque produce una mezcla visual un tanto recargada y ecléctica, pero es la medida estimada para paliar la reverberación. ¿Se os ocurre alguna otra?
En el backstage, todo es ajetreo, movimiento y preparativos. Faltan sólo 4 días para la representación.
(Ensayando Primer acto)
MONTAJE EFÍMERO
Toda esta preparación que estáis viendo tanto de la rehabilitación del espacio como del espacio escénico, está hecho para una única representación, dado que a la semana siguiente del "estreno" tendrán que usar el local para su originaria función: granero de trigo. Ante este tipo de realidades, surge la reflexión a nivel ROI (Relación entre lo invertido (esfuerzo, materiales, ensayos) y lo recuperado) sobre si merece la pena a nivel de gestión, la preparación de un evento teatral con una única representación. Entiendo que para este tipo de espectáculos se requería la firma previa de un contrato de temporalidad para tener más tiempo el local y así poder hacer más representaciones.
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